Cuando aún gran parte de las personas en el mundo tienen miedo de salir de su casa, las agencias de publicidad tienen que esforzarse para que sus campañas traspasen fronteras. Todas buscan el impacto visual y distinguirse de la competencia, pero, evidentemente, no todas tendrán el impacto deseado.
Combinar creatividad y tecnología puntera casi siempre es sinónimo de éxito y eso lo sabe muy bien la agencia creativa D’Strict especializada en artes visuales.
La agencia D’Strict lleva muchos años utilizando la tecnología led como punto central para explorar sus campañas publicitarias que suelen ser en grandes fachadas de locales comerciales y edificios, pero, esta vez, han podido superarse.
El área de Gangnam-Gu en Seúl, es la versión coreana del famoso Times Square. Grandes pantallas LED inunda las fachadas de los edificios con cientos de anuncios sin descanso, y, entre toda la maraña publicitaria, está el edificio COEX que alberga la pantalla visual más grande de Corea del Sur.
En el siguiente vídeo, parece que la fuerza del agua está a punto de romper el vidrio e inundar las calles vacías. La instalación, se complementa con un audio que genera una experiencia de inmersión casi perfecta…
Una pantalla de 80 metros de ancho y 23 metros de alto envuelve el edificio COEX con las tendencias publicitarias del momento. Ahí, es donde ha entrado el trabajo de D’Strict para asombrar a los viandantes con una ilusión óptica de una inmensa ola golpeando el edificio, el proyecto Wave.
La técnica visual utilizada por D’Strict se llama anamorfosis, que, dejando de lado el software que la permite aplicar, en realidad, estamos ante una ilusión óptica basada en una técnica que se remonta al Renacimiento. La anamórfica es una proyección distorsionada que se revela una vez que el observador ocupa un punto de vista específico (Ver de interés artículo urbanismo y arquitectura con diseño paramétrico).
La aplicación rigurosa de este principio ha sido utilizada para crear ondas. Unas «ondas reales» que se proyectan en pantallas gigantes estrellándose contra el vidrio provocando que los transeúntes se sientan como si estuvieran a punto de ser tumbados por una ola.
Una pantalla de 80 metros de ancho y 23 metros de alto envuelve el edificio COEX con las tendencias publicitarias del momento. Ahí, es donde ha entrado el trabajo de D’Strict para asombrar a los viandantes con una ilusión óptica de una inmensa ola golpeando el edificio, el proyecto Wave.
La técnica visual utilizada por D’Strict se llama anamorfosis, que, dejando de lado el software que la permite aplicar, en realidad, estamos ante una ilusión óptica basada en una técnica que se remonta al Renacimiento. La anamórfica es una proyección distorsionada que se revela una vez que el observador ocupa un punto de vista específico (Ver de interés artículo urbanismo y arquitectura con diseño paramétrico).
La aplicación rigurosa de este principio ha sido utilizada para crear ondas. Unas «ondas reales» que se proyectan en pantallas gigantes estrellándose contra el vidrio provocando que los transeúntes se sientan como si estuvieran a punto de ser tumbados por una ola.
Desde luego, no cabe duda que si siguen haciendo campañas publicitarias de esta magnitud, aquellos que pasen por Seúl tendrán que hacer una parada obligatoria ante el edificio.