Al paso del tiempo uno puede llegar a sentir que la marca actual de su negocio ya no le agrada mucho, sea en forma, colores, nombre, etc. Esto nos puede llevar a tomar la decisión de hacer un rediseño de la marca y darle la actualización o el cambio que según tu necesita.
Esto es un gran error, no se recomienda cambiar la identidad de tu negocio a menos que te identifiques con los siguientes puntos:
Tal vez ya no te encuentras haciendo exactamente lo mismo que hacías hace un tiempo atrás o estás pensando dar un cambio radical en tu negocio. Si este es el caso, en el que tu marca ya no representa o no va ligada con lo que haces, necesita una actualización o un cambio total.
Cuando el proceso de Naming no es el correcto, se funda una empresa con un nombre difícil de pronunciar y poco memorable, es de esperar que esto tenga consecuencia en el posicionamiento de la organización a futuro, cuando esto pasa se suele buscar el cambio del nombre y esto a su vez significa cambiar el estilo de la marca.
Hacer una simple investigación visual de toda tu competencia directa te puede abrir los ojos en cuanto a si realmente te diferencias de ellos o no. Pueden existir similitudes como, colores, formas y a veces hasta partes del nombre, ya que se suele pensar que el mercado lo exige, pero esto no es así, puedes ser totalmente diferente a tu competencia y de las exigencias de ese nicho de mercado con un rediseño de marca y una buena estrategia de posicionamiento de marca.
Al realizarse una marca se deben de tomar en cuenta muchos aspectos, valores, historia de la empresa, publico objetivo, ubicación geográfica, etc. Todos estos aspectos se interpretan según las exigencias del cliente y se dar una forma gráfica, pero esto suele ser un tema difícil para algunos diseñadores o estudios de diseño, que lo interpretan de manera muy abstracta, que carece de sentido para aquel que es totalmente ajeno a la organización.
En el pasado punto mencionamos al público objetivo como un factor a tomar en cuenta al diseñar una marca, y si bien es poco probable pero posible que las empresas cambien su público objetivo y se dirijan a otro totalmente diferente, en este caso habría que conocer al nuevo público, rango de edades, preferencias y hábitos para poder hacer un rediseño de la identidad y que este les sea atractivo y/o llamativo.